El tratamiento de radioterapia es una técnica médica que utiliza radiación ionizante para tratar enfermedades, especialmente el cáncer. El objetivo de este tratamiento es matar o ralentizar el crecimiento de las células cancerosas, al tiempo que se minimiza el daño a las células sanas circundantes. La planificación de un tratamiento de radioterapia es un proceso complejo que requiere la colaboración de un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud.
Preparación y evaluación
Antes de iniciar el tratamiento de radioterapia, el equipo médico realiza una evaluación exhaustiva del paciente para determinar el mejor curso de acción. Esto incluye:
- Exámenes de imágenes, como resonancia magnética (RM) o tomografía axial computarizada (TAC), para determinar la ubicación y tamaño del tumor.
- Análisis de sangre y exámenes de laboratorio para evaluar la función renal y hepática.
- Valoración de la función pulmonar, si es necesario.
- Historial médico detallado del paciente, incluyendo enfermedades previas y medicamentos actuales.
Definición del objetivo del tratamiento
Una vez que se ha completado la evaluación, el equipo médico define el objetivo del tratamiento de radioterapia. Este objetivo puede ser:
- Curativo: eliminar el tumor y prevenir su reaparición.
- Paliativo: reducir el tamaño del tumor y aliviar los síntomas.
- Preventivo: prevenir la reaparición del tumor después de una cirugía o tratamiento previo.
Selección de la técnica de radioterapia
El equipo médico selecciona la técnica de radioterapia adecuada para el paciente, dependiendo del tipo y ubicación del tumor, así como de la condición general del paciente. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:
- Radioterapia externa: se aplica radiación desde fuera del cuerpo.
- Radioterapia interna (braquiterapia): se coloca un dispositivo que emite radiación dentro del cuerpo, cerca del tumor.
- Radioterapia estereotáxica: se utiliza una técnica de radioterapia precisa para tratar tumores pequeños y localizados.
Planificación de la dosis y la duración del tratamiento
Una vez que se ha seleccionado la técnica de radioterapia, el equipo médico planifica la dosis y la duración del tratamiento. Esto incluye:
- Determinar la dosis de radiación necesaria para tratar el tumor de manera efectiva.
- Establecer el número de sesiones de tratamiento y la frecuencia de las mismas.
- Programar el tratamiento para minimizar el daño a las células sanas circundantes.
Seguimiento y evaluación del tratamiento
Una vez que se ha iniciado el tratamiento de radioterapia, el equipo médico realiza un seguimiento regular para evaluar la respuesta del paciente y ajustar el tratamiento según sea necesario. Esto incluye:
- Exámenes de imágenes para monitorear el tamaño del tumor y la respuesta al tratamiento.
- Análisis de sangre y exámenes de laboratorio para evaluar la función renal y hepática.
- Valoración de la función pulmonar, si es necesario.
- Historial médico detallado del paciente, incluyendo cualquier efecto secundario o cambio en la condición general.